Cassandra Elisabeth Harrison Thomas

Nombre:
Cassandra Elisabeth Harrison Thomas

Nombre con el que la conocen en Hogwarts:
Cassie

Edad:
16 años

Fecha de cumpleaños:
1 de diciembre

Condición de sangre:
Sangre limpia

Casa:
Ravenclaw

Curso:
6º





La palabra ideal para describir a Cassie es sincera. Odia la mentira, la hipocresía, la falsedad; por eso su filosofía de la vida es: Di la verdad, por muy dura que sea. Suele medir sus palabras, aunque la gente la suela tachar de directa. Piensa un segundo antes de hablar, pero no mucho más.

Además de directa, Cassie es una persona que fácilmente se deja llevar por sus sentimientos. Se la podría llamar sentimental, aunque prefiere que la llames chica con carácter. Es impulsiva y suele comentar todo lo que ve. Le cuesta estar callada, a menos que haya algún profesor cerca.

Como todas las chicas del castillo, está completamente enamorada de James Potter. En realidad solamente le gusta él; ve a los demás como chicos guapos, pero no como posibles futuras parejas.




Era un frío 1 de diciembre cuando Cassie nació. Su madre se encontraba celebrando una fiesta en casa de su tía, cuando rompió aguas. Rapidamente acudieron a San Mungo, ya que sabían que sería un parto complicado. Después de ocho horas en la sala de espera, Charles Harrison pudo ver a su primogénita.

La pequeña Cassandra creció en una gran casa, donde pasó feliz sus primeros ocho años de vida. Su padre era embajador mágico de España en Londres, por lo que trabajaba en el ministerio de , en cooperación internacional. Un frío día de septiembre, en la embajada un mago empezó a lanzar ataques (era un enfermo mental) hacia todas direcciones, matando al padre de Cassie. Unos pocos meses después, su madre Catherine cayó enferma y falleció, sin fuerzas para luchar.

A partir de ese momento, Cassie vivió con sus abuelos maternos, unos magos partidarios de enseñar a los niños desde pequeños. Creció en la casa de sus abuelos hasta que recibió la carta de Hogwarts. Sus abuelos le insistieron para que fuera a Slytherin, aunque ella prefería ir a Ravenclaw o Gryffindor, igual que sus padres. Finalmente el sombrero, después de pensarlo un buen rato, le indicó que pertenecía a la casa de los halcones.

En Hogwarts conoció a muchos compañeros, amigos y enemigos. Sus abuelos, durante las vacaciones le seguían enseñando : oclumancia, legremancia, nociones de animagia… hasta que en el verano antes de empezar a quinto, logró transformarse en un precioso gato persa. Es extraño que una niña de quince años sea ya animaga, pero teniendo que cada día tenía ocho horas de magia de todo tipo, con tres descansos: para desayunar, para comer y terminaba antes de cenar; cinco días a la semana, daban para mucho.

Estas clases intensivas por parte de sus abuelos las recibe desde que tiene once años, empezaron el verano previo a ir al castillo y siguen en la actualidad. El sueño de Cassie es irse a vivir a la casa donde vivía con sus padres, recordar aquellos felices tiempos.

Suele pasar nochebuena y navidad en casa de su tía o de sus abuelos paternos. No odia a sus abuelos maternos, con los que pasa la mayor parte de las vacaciones; pero a veces cree que la entrenan para que sea una guerrera o algo parecido. Suele escaparse los sábados a casa de si tía a comer y los domingos se acerca a Camdem Town a mirar artilegios muggles.




• Adora las gominolas.
• Adora el chocolate.
• Adora el rock.
• Es desordenada, aunque tiene orden dentro de éste.
• Suele poner motes a la gente.
• Siempre está riendo, la sonrisa nunca desaparece de su rostro.